Ikibana Born

Frente al Parc de la Ciutadella, bajo los arcos del Passeig de Picasso, encontramos este restaurante japonés que ya existía antes de que el boom asiático se apoderase de la ciudad. Con una larga barra y un comedor esquinero acristalado, Ikibana es versatilidad pura: el lugar perfecto para una comida informal, con el sol iluminando tras los cristales una buena bandeja de makis, o una cena cool para noctámbulos irredentos decididos a quemar la noche en el Born. La fórmula es infalible, y se ha consolidado entre los fans de Oriente y Occidente: fusión japo-brasileña con pinceladas de otras cocinas latinoamericanas, color, texturas, sabores y, sobre todo, mucha alegría. Prueba de esta vocación mestiza son entrantes como un riquísimo foie a la plancha con anguila ahumada, mango especiado a la vainilla de Bahía, crujiente de wasabi y salsa teriyaki. Por no hablar de otras propuestas que confirman la voluntad creativa y rompedora de la carta, como el recomendable uramaki de wagyu, un rollo con mozzarella, tomate seco y aguacate envuelto en deliciosa carne de wagyu. Yakisobas, tartars, ceviches, tatakis y un amplísimo surtido de sushi completan la carta de este establecimiento imprescindible. Su entrecot de wagyu con parmentier trufado, okra y salsa criolla es un básico de la carta.